WASHINGTON.- Una ola de arrestos de inmigrantes que enfrentan la deportación comenzará el fin de semana, confirmó ayer el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
La operación, que busca desalentar la llegada de indocumentados centroamericanos, se concentrará en cientos de familias de 10 ciudades que recientemente han recibido órdenes de deportación de cortes de inmigración, pero aún no han dejado el país.
Trump reveló el procedimiento en Twitter el mes pasado, pero lo aplazó. Es poco frecuente que el gobierno anuncie sus operaciones de deportación con anticipación.
“La gente viene a este país ilegalmente, nosotros los vamos a sacar legalmente”, aseveró Trump ante periodistas, afirmando que se tratará de una “gran operación” que se concentraría principalmente en expulsar criminales.
Semanalmente, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, por su sigla en inglés) arresta a miles de inmigrantes que están ilegalmente en el país, según informa el Gobierno. La mayoría de los arrestos se realiza sin aviso previo.
Los activistas que defienden a los inmigrantes han dicho que el anuncio podría ayudar a algunos de los buscados a evitar el arresto. El presidente, sin embargo, dijo que no le preocupa que el aviso anticipado pueda ayudar a los indocumentados a evadir el arresto. “Si se corre la voz, así será”, declaró en la Casa Blanca.
Desde que Trump habló por primera vez del plan, varios alcaldes, casi todos demócratas, han reiterado su política de no cooperar con los agentes del ICE en las deportaciones y han difundido la existencia de líneas telefónicas a las que pueden llamar las personas para conocer sus derechos.
Legisladores demócratas, entre otros, también han buscando informar a los inmigrantes sobre sus garantías, diciéndoles que no abran su puerta al ICE a menos que los agentes presenten una orden judicial, y que no digan ni firmen nada antes de hablar con un abogado. (Reuters)